La respuesta es muy sencilla, el mejor es el que no se pone.

Los bebés durante el primer año de vida, reciben la mayor parte de la información del exterior a través de receptores sensoriales situados en sus pies y sus manos. Es su manera de iniciar el contacto con el mundo, por ello hemos de favorecer tener ambos canales abiertos para poder recibir toda la información necesaria para un correcto desarrollo.

En los primeros meses de vida el niño descubre su cuerpo, por lo que deben estar libres de ropa, así es más sencillo recibir toda la información que le pueden proporcionar sus familiares con muchos mimos y caricias. Los pies no son una excepción por ello, deberíamos evitar patucos o zapatitos para bebés.

Cuando crece un poquito más y comienza a desplazarse, si es por un entorno controlado como en casa, no deberíamos cubrir sus pies con ningún elemento externo, pues así, ellos mismos buscan y adquieren los recursos necesarios para mantenerse en bipedestación e incluso iniciar la marcha adquiriendo las estrategias de equilibrio necesarias, sin ningún elemento limitante.

Pies

En el exterior, debemos protegerlos siempre siendo respetuosos y buscando el calzado más natural posible, lo ideal es que cumplan las siguientes características:

  • Suela igual de alta por delante y por atrás. Que no exceda 1 cm.
  • No refuerzo en la parte delantera ni continuación de suela, pues puede propiciar la posición de puntillas al favorecer más apoyo.
  • Puntera recta, sin estar levantada con respecto al suelo.
  • Horma recta y evitando que la puntera del pie se incline hacia dentro.
  • No contrafuerte para evitar el bloqueo del tobillo.
  • Evitar elementos anatómicos en la plantilla.
  • Sistema de regulación que favorezca la autonomía.
  • Material transpirable y blando.
Pies

Lo ideal es buscar un calzado que cumpla con todos estos los ítems y permitir que reciba mucha información del exterior en todos los receptores que se encuentran en la planta.

En entornos seguros y estimulantes como el parque, arena o diferentes texturas y sensaciones que participen en la creación de recuerdos y fomenten la experiencia para un correcto desarrollo.

Ante el desarrollo del niño sería interesante acudir a un fisioterapeuta pediátrico para resolver cualquier duda individual a cerca de este u otro tema relacionado con la posturología o sistema músculo-esquelético y verificar que la evolución sea favorable.


María Vega Vega

Fisioterapeuta Nº Col: 12361

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